Argentina sirvió de escenario para tres historias diferentes con que me fui encontrando.
Primero fue la novela de Laura Restrepo "Demasiados héroes". Una excelente narración que nos pone en el medio de la confrontación entre dos generaciones, bajo la sombra de la dictadura argentina como pasado.
En segundo lugar, un documental llamado "Mundial 78. La historia paralela". La cinta busca contraponer el horror de los campos de tortura de la dictadura con el júbilo que el campeonato del mundo le dió a los argentinos, el encubrimiento por parte de los gobernantes de la realidad de los desaparecidos ante una comunidad internacional vigilante y hasta la inferencia de la posible complicidad de miembros del equipo campeón y de otras selecciones con la dictadura.
Por último "El secreto de sus ojos", la película ganadora del Oscar a mejor película extranjera en el año 2010. Narra la historia de un funcionario público de la justicia que, en medio de una historia personal de amor, se ve obsesionado por su pasión justiciera. Una pieza inigualable, con una cinematorafía de primer nivel, cuyo efecto totalizante deja a cualquiera en su sitio. Una obra maestra que lo tiene todo.
A pesar de no estar inscrita en el elemento común de la dictadura de Videla con que me venía topando, me produjo la misma sensación que el libro y el documental que mencionaba.
Historias personales,de carne y hueso, marcadas por la intolerancia, la fuerza del poder el Estado y la supervivencia.Argentina como escenario y tres géneros distintos (literatura, cine y documental) como vehículo para recibirlas.
Sobre todo, historias humanas donde se siente, se padece, se sueña,se apasiona, se vive.
Historias que necesitan ser contadas para comprenderse.
