viernes, 16 de octubre de 2009

Displicencia

Caminas lento, brazos abajo, arando el piso con tus zapatos.
Llevas un grillete sin llave.
Sólo tus ojos dan señales de vida. Buscan, examinan, investigan.
¿Cargas una cruz? ¿Un lamento? ¿Una culpa?
No me importa.
Recupera el aliento y reacciona.
Tu displicencia es de insulto y tu recorrido termina antes de empezar.

viernes, 2 de octubre de 2009

Onwards

Quiero hacer un papagayo

Desde pequeños venimos oyendo esta canción popularizada por el grupo folclórico Serenata Guayanesa. A ritmo del cuatro y las maracas, se nos invita a disfrutar del vuelo de una cometa tricolor (construida con la simpleza de unos pocos palitos de madera, unos pliegues de papel de seda y una cuerda) realiza por los aires.

Quiero hacer un papagayo
volador, multicolor,

para remontar las nubes
y llegar donde está Dios. (BIS)


Esta popular actividad de volar papagayos era lo que hacía Alexander la tarde del lunes en el barrio "Las Minas de Baruta" de Caracas. Desde niño tenía la costumbre de llegar de su faena diaria y entretenerse con su cometa. A sus 23 años, mantiene un espacio al final del día para disfrutar de su actividad favorita. En este caso, se trataba de una competencia con un vecino de la zona por hacer llegar el papagayo lo más alto posible y mantenerlo en esa posición por unos minutos,para lograr la victoria.A pesar de las frecuentes ráfagas de viento que se paseaban por el firmamento, sólo aquél que lograra dominarlas, con movimientos coordinados de "tira y encoge", lograría ser el ganador.

Tres franjas tiene
mi papagayo
una amarilla
cual sol de mayo. (BIS)


Una vez que ambas naves inician su vuelo, Alexander estira los brazos, cual director de orquesta, y comienza a guiar el ascenso de su cometa. No puede sino esbozar una leve sonrisa. su habilidad en el manejo de las corrientes de aire es notoria. Su cometa esquiva nubes y vientos son fluidez y soltura en una coreografía perfecta.
A medida que la competencia avanza, su claro dominio empieza a desesperar a su contrincante. Por más que éste intenta elevar a su cometa, su técnica es débil y atropellada; trata de corregir su carencia con fuertes jalones que sólo logran empeorar la situación. Su derrota está servida. Alexander vence sin lugar a dudas.

La franja azul
el mar y el cielo
con siete garzas,
siete luceros. (BIS)


Lo que Alexander ignora, es que su contrincante posee una experticia muy diferente a la de volar papagayos con agilidad. su destreza se concentra en ser un acreedor. Uno bien particular. Uno que ve cuentas por cobrar por todos lados.
En este juego, su contrincante sí es un experto. Sabe perfectamente cuáles son los "tira y encoge" necesarios para "elevarse a lo más alto".
Podrás ser mejor en el vuelo del papagayo,podrás haberme ganado,podrás ser el dueño del viento si quieres. Pero ahora, tienes una cuenta conmigo. Me has humillado y ahora me debes. Ahora soy tu acreedor, tu mi deudor. ¿Cómo ajustamos esta cuenta?
Con un disparo en el rostro. Un disparo en el rostro es la forma de saldar la cuenta.
Lo único que resta de la tarde apacible, de delicados vientos, es el polvo que levanta la caída del cuerpo inerte de Alexander sobre la tierra. Es la miseria de la violencia.

Y el rojo fuego
del cardenal
sangre de héroes
y libertad. (BIS)


Alguien nos tropieza en la calle, alguien nos habla de mala manera, alguien nos gana en un juego. ¿Es la hora del "ajuste de cuentas"?
Serenata Guayanesa nos alienta a buscar el cielo, a compartir el vuelo con una cometa, a disfrutar la alegría de un pasatiempo tradicional.
¿Llegará el día en que nos preguntemos Quiero hacer un papagayo?


Quiero hacer un papagayo
para aprender a volar
y que juegue con el viento
la bandera nacional. (BIS)